Queratocono: qué es, diagnóstico y tratamiento
¿Qué es el queratocono?
El queratocono es una enfermedad ocular progresiva en la que la córnea se adelgaza y adopta una forma cónica irregular, lo que afecta la calidad de la visión. Esta deformación impide que la luz se enfoque correctamente en la retina, provocando visión borrosa, sensibilidad a la luz y distorsión en la percepción de los objetos.
Es una patología que suele manifestarse en la adolescencia y puede evolucionar durante años, afectando a uno o ambos ojos. Sin un tratamiento adecuado, puede llegar a comprometer seriamente la visión.

Diagnóstico del queratocono

El diagnóstico temprano del queratocono es clave para evitar su progresión y elegir el tratamiento más adecuado. Un oftalmólogo especialista en córnea puede detectarlo mediante pruebas como:
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Topografía corneal: permite analizar la curvatura y detectar irregularidades en la córnea.
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Paquimetría corneal: mide el grosor de la córnea, esencial para evaluar la progresión del queratocono.
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Examen con lámpara de hendidura: ayuda a detectar signos visibles de la enfermedad.
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Aberrometría ocular: analiza las distorsiones en la visión provocadas por la irregularidad corneal.
Dado que la enfermedad puede avanzar con el tiempo, es fundamental realizar controles oftalmológicos periódicos, especialmente en pacientes jóvenes o con antecedentes familiares de queratocono.
Tratamiento del queratocono
El tratamiento del queratocono varía según el grado de afectación. Existen diversas opciones para estabilizar la córnea y mejorar la calidad visual:
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Lentes de contacto especiales: en las fases iniciales, las lentes rígidas permeables al gas o los lentes esclerales pueden corregir la visión y compensar la irregularidad de la córnea.
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Cross-linking corneal: este tratamiento ayuda a frenar la progresión del queratocono mediante la aplicación de riboflavina y luz ultravioleta, fortaleciendo la córnea. Es especialmente eficaz en etapas tempranas.
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Anillos intracorneales: son implantes que se colocan en la córnea para mejorar su curvatura y reducir la distorsión visual.
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Trasplante de córnea: en casos avanzados, cuando otras opciones no son efectivas, puede ser necesario un trasplante corneal (queratoplastia), ya sea parcial o total.
El oftalmólogo determinará el tratamiento más adecuado según la evolución de la enfermedad y las necesidades del paciente.
